En el momento de realizar una mudanza a una vivienda nueva, instalar la calefacción se convierte en el primer paso para disfrutar de los servicios básicos de electricidad y gas. Dependiendo de las dimensiones de la casa y del número de personas que residan en ella, en invierno te puedes llevar un buen susto en la factura de la calefacción.
Para ello, te damos unos sencillos trucos con los que ahorrar en calefacción y contribuir a la eficiencia energética.
Actualmente hay disponibles diferentes tipos de fuentes energéticas. La elección de una u otra viene determinada por tus necesidades de suministro:
Su resistencia a temperaturas de hasta -44º sin congelarse hacen del gas propano la opción idónea para disponer de calefacción en zonas de frío. Si te vas a mudar a Teruel, Castilla y León o La Mancha, donde es frecuente que el termómetro marque negativo en los meses de invierno, te puedes plantear su instalación.
Si el gasto en la vivienda va a ser mínimo, con las bombonas de gas butano podrás disfrutar de calefacción durante todo el invierno.
En lo que respecta al coste, el precio del gas natural depende si está sujeto al mercado regulado, controlado gubernamentalmente, o al mercado libre, en el que son las compañías quienes determinan las tarifas.
Asimismo, otra opción que se baraja muchas personas es disponer de calefacción eléctrica si en la vivienda no se va a realizar un consumo elevado. Por ejemplo, en Canarias, donde todavía no hay canalización de gas natural, muchos hogares disponen de calefactores conectados a la luz.
Asimismo otro tipo de instalación que está cogiendo fuerza es la aerotermia, una energía renovable que te permitirá ahorrar en calefacción.
El precio de instalar aerotermia es mayor que en el caso del gas, pero los expertos confirman que se puede amortizar en dos o tres años.
Precios de los distintos tipos de energía
Los precios de las distintas fuentes de energía presentan algunas variaciones:
La temperatura óptima para calentar el hogar es de 19 a 21º grados durante el día y de 15-17º durante la noche.
Es importante para esa eficiencia energética que el termostato que regule la calefacción permanezca constante. Una subida o bajada brusca de los grados puede condicionar enormemente la factura final.
La luz natural hace que la casa se caliente durante el día, evitando así poner la calefacción. Lo mejor es correr las cortinas, dejando que los rayos entren por las ventanas.
Cuando llegue la noche, baja las persianas y deja todo perfectamente aislado para que el calor concentrado durante el día no se escape.
En cuanto a la mejora del aislamiento, comprueba que las ventanas no tienen grietas. Si es necesario dale una capa extra de silicona a las juntas o las rendijas.
Asimismo, una doble cristalera permite reducir hasta un 30% la factura de la calefacción y reduce en un 50% los escapes del calor residual.
De la misma manera que se puede cambiar de tipo de fuente energética para disponer de calefacción, también se puede hacer de compañía de gas.
Antes de tomar una decisión tan drástica, lo mejor es comparar todas las tarifas de luz y gas que hay en el mercado y determinar cuál puede contribuir a tu ahorro.
En lo que respecta al gas natural, estas son las mejores ofertas:
Tarifa | Término fijo | Término Variable |
Fórmula Gas 3.1 de EDP | 4,27 €/mes | 0,05399 €/kWh |
One Gas de Endesa | 4,25 €/mes | 0,0559 €/kWh |
Plan Gas Hogar de Iberdrola | 4,36 €/mes | 0,0631 €/kWh |
Online Gas de Naturgy | 5,00 €/mes | 0,05531 €/kWh |